Editorial Edino y su Aniversario
Cuando se conoce a una persona joven, nunca se puede prever el rumbo que tomarán los pasos de su vida. Algunos rasgos de la personalidad, la energía o la pasividad, el silencio inteligente o la palabra pronta pero endeble, nos hacen imaginar historias. Nada más.
Eso me ha ocurrido a mí con un sinnúmero de alumnos. Hace unas dos décadas un inquieto estudiante de Derecho se sentaba en mis aulas. Me di cuenta de que le gustaban los libros, pero jamás imaginé que se convertiría en editor.
Me estoy refiriendo a Ramiro Cepeda Alvarado. El tiempo ha dejado una copiosa cosecha de sus iniciativas editoriales. A lo largo de 20 años ha publicado –bajo el sello Edino– unos 200 libros de los cuales el 80% son de tema jurídico, el resto los ha ido decidiendo sobre coyunturas especiales, sobre oportunidades de publicación con el típico olfato del oficio (recuerdo, al pasar, La presidenta, de Rosalía Arteaga y el reciente testimonio de ese atropello impune a la salud, del joven Carlitos Mora).
Ramiro ha tenido, también, otras gestiones importantes. Nos puso a Quino en Guayaquil, en la primera experiencia de Feria Internacional del Libro, en el año 2004, cuando en el flamante MAAC se dio una reunión en torno de la lectura con invitados extranjeros. Las publicaciones de Edino han llegado a 17 países del mundo y sus textos jurídicos se estudian en universidades de Latinoamérica.
Su último esfuerzo editorial se plasma en un ambicioso libro. Se trata de un gran ejemplar de más de quinientas páginas, de hermosa factura, en torno de la figura y obra del cantautor argentino, residente en España, Alberto Cortez. Por los cuatro costados es su título y responde a la concepción de organizar una pequeña autobiografía, poemas, relatos, cartas y testimonios bajo los ejes de los puntos cardinales. Vale resaltar que la autorización a publicar este libro de parte de un personaje que vive en el país que ostenta las más importantes editoriales en lengua española, es un evidente voto de confianza a Editorial Edino.
Esta es una lectura para un buen período. No tiene que consumirse en orden ni de corrido, sus pequeñas unidades se pasean por toda una vida dedicada al arte de la composición versal y musical. Alberto Cortez luce como un luchador nato que proviniendo de ambiente provinciano y reducido, emerge hacia el mundo cruzando toda clase de obstáculos hasta imponer la impronta de un tipo de música que no solamente recrea sino que fortalece al receptor al expandir, en las letras de sus canciones, una visión positiva y solidaria de la vida.
En esta edición se privilegian los poemas. Poesía directa, clara, sin experimentación ni vanguardismos, con rimas fáciles, propias del oído acostumbrado a cantar. Dentro de los artículos que recogen vivencias del autor hay mucha humanidad, una atenta observación de los puntos débiles y dolorosos de los seres humanos.
Gran idea la de Ramiro Cepeda, la de celebrar sus veinte años de editor con este libro. Siempre entusiasta y creador de proyectos, nos recibe en La Librería, ese reducto del buen trato y gran acogimiento. Allí empezaron las tertulias en torno de los libros hace varios años, allí sigue estimulando al lector en una indeclinable dedicación a que los libros corran con su propia fuerza
Cecilia Ansaldo